ZAMORA CONQUISTA AL TURISTA

Que mejor comienzo de año que viajar, para conocer nuevos rincones, no muy lejanos, pues son pocos días los que se puede uno permitir el lujo de faltar al trabajo, ya que la realidad en nuestro país nos conduce a coger las vacaciones hacia la mitad de año, cuando el calor suele apretar, y disfrutar de los baños y las vistas del mar, bien el Mediterráneo, el Atlántico, el Cantábrico, o en algún otro rincón dentro o fuera de nuestras fronteras.

Distancia media, de Madrid, a unas 3 horas de trayecto, 260 Km., Zamora, un autobús que parte de la Estación Sur de Autobuses, de Madrid, a las 9:00 y que tras parar 15 minutos en el municipio vallisoletano de Tordesillas, llega a Zamora a las 12:15. Buena hora para pasear por la ciudad, y disfrutar del vermú anterior a la comida, y tras una siesta, andar por los rincones de una ciudad, que está plagada de Iglesias románicas: Santa Lucía, San Isidoro, San Juan de Puerta Nueva, San Cipriano, Santa María La Nueva, La Magdalena, San Pedro y San Ildefonso, o la Catedral, entre otras. Hay muchas más (San Esteban, San Antolín, San Andrés, San Vicente, San Frontis, Santo Sepulcro, Santa María de Horta, San Leonardo).

Prácticamente una vez que uno se adentra en la Ciudad por la Avenida de las Tres Cruces, hasta llegar a la Avenida de Alfonso IX (a su izquierda), y posteriormente cruzar hacia Santa Clara, de allí discurre un camino peatonal hasta la Catedral, en que el viajero puede encontrarse con buena parte de estas Iglesias. Incluso al final de la Avenida de las Tres Cruces, antes de llegar a la rotonda podemos encontrar la Ermita del Cármen, a la derecha, reedificada, siendo la originaria de 1200.

En este primer viaje a Zamora, me he alojado en el Hotel Zenit Dos Princesas, al principio de la calle Santa Clara, dos noches en régimen de alojamiento, 125 euros, buen precio.

Nada más salir del Hotel hacia el centro de la ciudad nos encontramos los primeros vestigios románicos, no sin antes llegar a la Plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento, y en frente el edificio de la Policía Local, junto a la zona de tapeo, barato y con una elaboración culinaria notable. En algunos negocios se puede comer por un precio módico de 10 a 15 euros, un menú, con platos típicos como el arroz a la zamorana.

Volviendo a la ruta artística y monumental, en esta Plaza Mayor se encuentra la Iglesia de San Juan de Puerta Nueva, cuyo edificio original data de 1171, y originariamente de tres naves, que quedaron reducidas a una, tras el hundimiento de la torre en 1559. Tiene una torre con una veleta. Y en su exterior figuran dos penitentes, y aquí quiero empezar a llegar, la tradición de Zamora con su Semana Santa, de gran arraigo, y que aunque en parte es conocida, no se imagina uno lo que supone una procesión en una de esas calles del centro de la ciudad.

Siguiendo por el camino artístico se llega a la Plaza de Viriato, donde se encuentra el Parador de Turismo, y junto a la estatua de Viriato sale una calle que accede hasta el Museo de la Semana Santa, que será otra entrada del blog, la que dediquemos al mismo, y junto al Museo la Iglesia de Santa María la Nueva, con ábside semicircular del siglo XII y portada de medio punto.

Y volvemos al recorrido histórico, encontrándonos con el teatro Ramos Carrión y la Iglesia de la Magdalena, de la segunda mitad del siglo XII, siendo una de las más elegantes y con un magnífico ábside, siendo sede de un Tribunal de Justicia, siendo lo más típico su estructura funeraria en su interior.

Y seguimos avanzando y nos encontramos con la Casa Hermandad de la Cofradía del Santo Entierro de Zamora, ya hemos comentado que Zamora vive la Pasión de una manera excepcional, de forma intensa y con gran recogimiento. 

Y poco después la Iglesia de San Pedro y San Ildefonso, de triple ábside semicircular, y con un rico contenido interior. En su exterior está la estatua del Maestro Herminio Ramos, que suele pasear por la ciudad, con 95 años, y que tuvimos la fortuna de verlo junto a la estatua.

Y así llegamos a la zona de la Catedral y del Castillo. La Catedral, data de principios del siglo XII, con tres naves, cuatro tramos y crucero, torre occidental del siglo XIII, y Claustro clasicista del siglo XVI. La puerta del Obispo es una muestra del románico occidental español. El Castillo, reconstruido nos deja unas vistas impresionantes de la ciudad.