EN CUENCA LA NAVIDAD HACE UN GUIÑO A LA SEMANA SANTA

Cuenca, Navidad 2020. Ha sido un año duro, no sólo para Cuenca, sino para todo nuestro país, y para Europa y el resto del mundo. Una pandemia, causada por un virus, el SARS - Cov - 2, un coronavirus similar al que causa los múltiples resfriados que padecemos todos a lo largo del invierno, se ha complicado causando una enfermedad de las vías respiratorias inferiores (pulmones) causando en numerosos casos una neumonía bilateral, resistente al tratamiento convencional.

El 14 de marzo, en plena Cuaresma, cuando en nuestra capital el barrio de San Antón había visto salir por sus calles al "Amarrao" desde la Iglesia de la Virgen de la Luz, donde permanece para su culto, esa obra de Luis Marco Pérez que muestra a Jesucristo azotado junto a una columna de un templo romano, azotes recibidos como castigo de manifestar su fe en el ser humano, castigo que por otra parte sabía que iba a sufrir, porque ese Cristo, no es otro, que el Hijo de Dios, hecho hombre, Dios de Dios.

Ese día, el 14 de marzo, nuestro Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez declaraba el Estado de alarma, por primera vez en nuestro país, que confinaba a la población en sus casas, prohibiendo salir salvo para comprar alimentos, fármacos, ir al médico o ir al banco, así como para aquellos trabajadores esenciales. 

En nuestro país, se suspendieron las Fallas de Valencia, la Semana Santa, que la vivimos virtualmente,  la festividad de la Virgen de la Luz el 1 de junio, las fiestas de agosto en honor a San Julián, y las fiestas de San Mateo en septiembre.

La primera ola del virus, en Cuenca relativamente hubo una incidencia agregada (casos por cada 100.000 habitantes) tolerable, la mejor provincia de Castilla - La Mancha, y una de las mejores del país; pero esta segunda ola, especialmente después del Puente del Pilar, se ha vivido con amargura, y una elevada incidencia agregada, que ha obligado a tomar restricciones de aforo y cierres de servicios, como el interior de los bares.

Cifras de ayer, lunes 14 de diciembre informaban de 75 casos positivos por PCR, la cifra inferior de Castilla - La Mancha, aunque también somos la capital y provincia menos poblada, como referencia diremos que en Guadalajara se tenían 105 casos, y en Toledo 468. Estas cifras determinan que haya 19 hospitalizados en cama convencional en nuestro Hospital Virgen de la Luz, la menor repercusión sanitaria en Castilla - La Mancha, como referencia Guadalajara acoge a 45. Los pacientes de UCI en Cuenca y Guadalajara son en este caso 3 y 13.

Cifras que ayer se daban a conocer en la prensa, hablaban de que nuestra provincia tenía el dudoso honor de ser la provincia española con mayor porcentaje de contagios, en concreto un 18,7%, el doble prácticamente de la media nacional, que se cifra en un 9,9%, y sólo por encima de Madrid, que acoge a un 18,6%.

Pero no se trata de hacer un alegato de la situación epidemiológica, sino de poner en valor la Navidad de nuestra capital, y más en concreto de las tradiciones asociadas a esta época del año caracterizada por el frío y la escasa duración de los días en comparación de las noches.

En Cuenca somos tradicionales, pero a la vez innovadores. Tradicionales, porque nos gusta compartir nuestra cultura que representa nuestra idiosincrasia como pueblo, además de que nuestra transparencia, permite irradiar esta cultura a visitantes, que acogemos con orgullo, aceptación y considerándolos parte de nuestro acervo. E innovadores, porque la manera de preservar nuestras tradiciones es adaptándolas a las exigencias de nuestros tiempos.

La Semana Santa de 2020, la hemos vivido en el interior de nuestros corazones, pero hemos echado de menos compartir nuestro intenso sentimiento cófrade, porque Cuenca es Semana Santa, fervor y sentimientos que expresamos con nuestros banzos y nuestra música, porque a través de la música somos capaces de irradiar desde nuestras Cofradías y titulares un sentimiento que envuelve al que lo ve, escucha y siente, porque el vello capilar se eriza, ya que se produce al escuchar estos sonidos, emociones, y nunca mejor descrito, emociones ... a flor de piel, recordemos a nuestro querido Nicolás Cabañas y su marcha conocida por todos: el San Juan en honor a la figura de San Juan Evangelista, MARCHA SAN JUAN, sí, no tengan miedo, pulsen y disfruten, o la MARCHA BAUTIZANDO A JESÚS, del maestro Fernando Ugeda, icono de la hermandad estudiantil del Bautismo.

Esperemos, que el viernes 26 de marzo, viernes de Dolores, tengamos que agradecer, además de ir a ver a nuestra Virgen de las Angustias a su Santuario, que ese día empieza una Semana Santa, que si bien, casi con toda la probabilidad no podrá ser como las que nos representan, y a las que volveremos, porque forman parte de nuestra esencia, y la esencia, permanece, como los grandes perfumes; pero al menos una Semana Santa que conociendo la creatividad, el sentimiento cófrade y el carácter innovador de los conquenses, sea distinta a la de 2020, y podamos sentir esa comunión de fe con nuestras Cofradías en las calles y con sus titulares.

Las Cofradías en Cuenca, no sólo tienen actividad en Semana Santa, sino que organizan actividades durante todo el año, y especialmente en Navidad colaboran con aportaciones para donar alimentos a los más necesitados, obras de caridad, y los belenes, que muestran ese sentimiento profundo de los cófrades conquenses por ese mismo Cristo, que meses después de celebrar su nacimiento, celebraremos su pasión y muerte, así como su Resurrección y su gloriosa ascensión a los cielos.

Es tradicional la Ruta de los Belenes, que permite al conquense, ver las obras de arte que cada año las Cofradías ofrecen a su ciudad y a sus ciudadanos. Este año, la Junta de Cofradías, decidía, para evitar riesgos sanitarios y aglomeraciones, suspender una tradición más, y van tantas este año, y las que nos esperan, si no somos consecuentes con nuestro comportamiento en las próximas fechas. 

Si bien, este año, podemos seguir disfrutando de ese Belén Napolitano, que años atrás se exhibía en el Palacio de la Diputación, y que ahora como exposición permanente se muestra en el espacio cultural Sanmartino, en la bajada de Santa Catalina, frente la Iglesia de Santa Cruz, y que en próximas fechas acogerá la colección de Roberto Polo en su sede conquense con 100 obras, fotografías, pinturas y esculturas.

Pero sigamos hablando de ese Belén napolitano que es un lujo para los ojos y el resto de sentidos, un Belén representando a gente comiendo, bebiendo, bailando, disfrutando, según la tradición de los pesebres napolitanos, que reúnen escenas con profusión de figuras, con gran expresividad y realismo.

Esta mañana, hemos visitado la exposición, y como muestra queremos que disfrutéis de estas bellas imágenes:








Pero en dicha ubicación del espacio cultural Sanmartino, encontramos otro belén bíblico, tradicional, que en nuestro caso, han utilizado el sentimiento de añoranza cófrade de no haber podido disfrutar de nuestra Semana Santa conquense, para ubicar algunos de sus titulares más conocidos, ahí se puede ver el Bautismo, copia literal de la imagen procesional, o la Santa Cena:








Pero también podemos disfrutar y distinguir la figura del Amarrao, el Jesús de las Seis, la Oración en el Huerto, la Virgen de las Angustias, o el Descendimiento:




Y por último, no olvidemos el Belén tradicional de nuestros pueblos, el belén serrano tan característico de nuestra ciudad:



Así es Cuenca, arte, tradición, cultura y naturaleza:























Disfrutemos de nuestra capital, pero hagámoslo con mesura, guardando las normas sanitarias, y evitando poner en riesgo nuestra salud, porque el éxito de la Semana Santa de 2021, y la apertura de la Iglesia del Salvador para dejar salir al Jesús de las Seis, o a San Juan, comienza con una vivencia respetuosa y distinta de la Navidad de 2020. ¡Viva la Semana Santa de Cuenca!

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